Mike Fraser, CEO de Gold Fields, expresó su descontento tras la negativa del directorio de Gold Road a su oferta, señalando que la propuesta brindaba a los accionistas una oportunidad segura de obtener un valor en efectivo competitivo por sus participaciones.
Gold Fields intentó adquirir la totalidad de Gold Road Resources mediante una propuesta no vinculante presentada a su directorio, con una oferta valorada en aproximadamente 2,100 millones de dólares.
Asimismo, la operación buscaba consolidar el control sobre la mina de oro Gruyere, ubicada en Australia Occidental, donde Gold Fields ya opera y Gold Road mantiene una participación minoritaria.
La propuesta fue rechazada por el directorio de Gold Road, lo que generó descontento en Gold Fields. La compañía sudafricana lamentó que la contraparte no mostrara mayor disposición para negociar aspectos clave de la oferta, lo que habría facilitado un acuerdo beneficioso para los accionistas.
Mike Fraser, CEO de Gold Fields, señaló que la compra del 50% restante de Gruyere permitiría eliminar ineficiencias operativas y encajaría con la estrategia de la empresa de enfocarse en activos de alta calidad y larga vida útil.
De igual manera, Fraser enfatizó que la oferta proporcionaba una alternativa segura y ventajosa para los inversionistas de Gold Road.
Por su parte, Gold Road manifestó su interés en una operación diferente, proponiendo adquirir la participación de Gold Fields en Gruyere en lugar de vender la suya. Sin embargo, Gold Fields rechazó esta alternativa y reafirmó su decisión de no seguir adelante con dicha propuesta.
Por otro lado, la intención de Gold Fields era que Gold Road respaldara la oferta de compra de Northern Star Resources sobre De Grey Mining, a menos que surgiera una propuesta superior. No obstante, la compañía dejó claro que no tenía planes de presentar una oferta competitiva en ese proceso.