DNV proyecta que el almacenamiento energético será el gran protagonista de 2025, impulsando la estabilidad del sistema eléctrico y acelerando la transición energética en Sudamérica.
La transición energética en Sudamérica sigue ganando terreno y DNV, multinacional líder en aseguramiento y gestión de riesgos, se posiciona como un actor clave en este cambio. Con un plan de expansión enfocado en el almacenamiento energético, la energía eólica y la integración de soluciones solares, la compañía proyecta un crecimiento del 35% en sus contratos en Chile, mientras amplía su presencia en mercados estratégicos como Argentina, Perú, Brasil y Uruguay.
El sector energético de Sudamérica se encuentra en plena transformación, y DNV no se queda atrás. La compañía ha revelado su intención de consolidarse en la región con una estrategia de crecimiento basada en tecnologías de transición energética. Mario Acevedo, Market Manager para el Cono Sur de DNV, destaca que Chile ha sido un punto neurálgico para la empresa, impulsado por la demanda de soluciones en almacenamiento de energía.
En una entrevista para Energía Estratégica, Acevedo aseguro que, aunque en 2024 se enfocaron en Chile, no dejan de apuntar a países como Perú, Argentina y Uruguay. La multinacional ha trabajado en el país realizando previsiones de precios y simulaciones de contratos con distribuidoras, además de impulsar su herramienta Battery Scorecard, un reporte clave para desarrolladores que permite evaluar el comportamiento técnico de baterías y optimizar su implementación.
En Argentina, la flexibilización impositiva ha abierto nuevas oportunidades de negocio para DNV, que ha puesto el foco en la tecnología eólica y en la recuperación de clientes estratégicos. “Estamos trabajando con los mayores players del país en análisis de imprevistos y estudios públicos, como el que realizamos con el gobierno de Buenos Aires sobre vehículos eléctricos”, agregó Acevedo.
Perú, en cambio, representa un reto particular. Su fuerte dependencia del gas natural complica el avance de energías renovables y sistemas BESS (almacenamiento de energía en baterías). Sin embargo, DNV mantiene su apuesta en el país, enfocándose en estudios de recursos eólicos y solares, además de evaluar riesgos en instalaciones.
Brasil y Uruguay también forman parte del mapa de expansión de la compañía. En Brasil, DNV se apoya en sus oficinas en Río de Janeiro, Porto Alegre y Fortaleza para atender tanto el mercado de oil & gas como el de energías renovables. Mientras que en Uruguay, la empresa monitorea de cerca las oportunidades de crecimiento ligadas a la descarbonización y las políticas energéticas del gobierno entrante.
Objetivos para 2025
El almacenamiento energético se perfila como la gran apuesta de DNV para este año. Según Acevedo, “el 2024 fue el comienzo del storage y el 2025 será el año de su posicionamiento clave en toda Sudamérica”. Empresas con parques solares ya han comenzado a implementar sistemas de almacenamiento para optimizar su eficiencia y evitar pérdidas por exceso de generación (curtailment).
DNV destaca que el almacenamiento no solo mejorará la estabilidad de las redes eléctricas, sino que también permitirá ofrecer servicios complementarios como el grid-forming, una tecnología que actualmente depende de centrales más contaminantes.
Con una estrategia definida y un enfoque claro en almacenamiento, energía eólica y solar, DNV se consolida como un protagonista en la transición energética de Sudamérica. Mientras Chile y Brasil lideran como mercados estratégicos, Argentina avanza con nuevas políticas fiscales y Perú encara desafíos por su dependencia del gas natural. Con la mirada puesta en 2025, la multinacional está lista para capitalizar las oportunidades que trae la revolución energética en la región.