Representantes de la comunidad indígena viajaron a Lima para exigir la declaración de emergencia en la cuenca del río Santiago, con el fin de evitar la explotación infantil y la contaminación ambiental que afecta a su territorio
En lo profundo de la selva peruana, el río Santiago, antes fuente de vida para los pueblos Wampis, se ha transformado en un símbolo de destrucción. Sus aguas, que por generaciones han sustentado a la comunidad, ahora están contaminadas por el mercurio utilizado en la minería ilegal, poniendo en riesgo la salud y el futuro de sus habitantes.
La crisis que enfrentan los Wampis va más allá de la contaminación; es una emergencia ambiental y social que afecta derechos humanos, salud pública, protección infantil y sostenibilidad.
La explotación descontrolada de los recursos naturales en territorios indígenas avanza rápidamente, convirtiendo la riqueza de su tierra en una amenaza para su propia existencia.
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