Fénix adopta tecnologías como autogeneración solar y hidrógeno verde para optimizar su operación termoeléctrica y reducir su huella de carbono, logrando disminuir 900 toneladas de CO₂ al año.
La empresa peruana de generación de energía, Fénix, ha adoptado nuevas tecnologías, como un sistema de autogeneración solar y una planta de hidrógeno verde, con el objetivo de optimizar la eficiencia de su operación termoeléctrica y minimizar su impacto ambiental. Gracias a estas innovaciones, la empresa ha conseguido reducir alrededor de 900 toneladas de CO₂ en el transcurso de un año.
“Desde Fenix, tenemos el compromiso de seguir evolucionando hacia una generación de energía más eficiente y sostenible. La central termoeléctrica de Chilca es un pilar fundamental en la estabilidad del sistema eléctrico del país, y nuestros avances refuerzan nuestra apuesta por un futuro energético responsable”, menciona el gerente de generación de Fenix, Alejandro Galarza
De igual manera, Fénix sigue reafirmando su compromiso con la implementación de procesos e iniciativas sostenibles, tales como la utilización de tecnología de ósmosis inversa para desalinizar y potabilizar agua de mar, la recuperación y aprovechamiento del agua extraída de la humedad ambiental, así como proyectos destinados a la reducción y valorización de residuos. Estas acciones son parte de la estrategia integral de sostenibilidad de Fénix, en línea con los objetivos globales de reducción de huella de carbono y transición energética.
“Nuestra planta de autogeneración solar, junto con la planta de hidrógeno en nuestra central termoeléctrica, es un claro ejemplo de cómo podemos integrar diversas tecnologías para lograr una operación termoeléctrica confiable y sostenible. En paralelo, seguimos avanzando en el desarrollo de nuestros proyectos renovables”, dijo Galarza.
