China impuso el martes restricciones a la exportación de cinco metales clave empleados en defensa, energías limpias e industrias tecnológicas, poco después de que Estados Unidos activara un arancel del 10 % a productos chinos bajo la administración de Donald Trump.
Estas medidas reflejan el intento de China de aprovechar su liderazgo en la producción de minerales críticos esenciales para dispositivos electrónicos, baterías de vehículos eléctricos y aplicaciones militares.
Los controles, aplicados de forma inmediata, abarcan metales como wolframio, telurio, bismuto, indio y molibdeno, esenciales para productos como paneles solares y proyectiles de artillería.
El Ministerio de Comercio dijo que los controles eran para «salvaguardar los intereses de seguridad nacional», en una declaración hecha pública poco después de que Estados Unidos impusiera una nueva ronda de aranceles a las importaciones chinas.
Si bien los controles no implican una prohibición total, se espera una fuerte caída en las exportaciones mientras las empresas gestionan licencias, un proceso de unas seis semanas. Históricamente, los envíos tienden a recuperarse gradualmente tras la concesión de estas licencias.
No está claro si los importadores estadounidenses podrán obtener licencias, dado que el país dejó de extraer wolframio en 2015 y no produce bismuto refinado desde 1997, dependiendo totalmente de las importaciones.
El precio del tungstato APT APT-CHINA, clave en la fabricación de productos de tungsteno, alcanzó en enero su máximo desde 2014.
Un índice que rastrea los precios del indio fuera de China IND-ING-LON alcanzó recientemente niveles cercanos a los máximos de la última década.
