Entre las soluciones más innovadoras se encuentran los sistemas de monitoreo energético en tiempo real, que identifican áreas de mayor consumo y ajustan los procesos según la demanda. Según el informe “Energía y Minería 2024” del Banco Mundial, la digitalización en la gestión energética puede reducir hasta un 15% el consumo total de energía en operaciones mineras. Adicionalmente, tecnologías como motores de alta eficiencia y sistemas automatizados han resultado fundamentales para alcanzar estos objetivos.
Un ejemplo relevante es el uso de redes eléctricas inteligentes (smart grids) en actividades mineras. Estas redes permiten integrar fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, para alimentar procesos clave. Empresas como ABB y Siemens han implementado estas tecnologías en minas de cobre en América Latina, logrando reducir en un 30% la dependencia de combustibles fósiles. Además, estas soluciones mejoran la estabilidad del suministro eléctrico y disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro avance significativo es la incorporación de maquinaria híbrida y eléctrica. Según el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), más del 25% de las grandes compañías mineras están invirtiendo en flotas eléctricas para operaciones subterráneas, logrando reducir hasta un 40% el consumo energético. Este cambio no solo incrementa la eficiencia operativa, sino que también mejora las condiciones laborales al reducir la emisión de calor y contaminantes en los túneles.
El impacto positivo de estas tecnologías ha captado la atención de autoridades reguladoras y gobiernos. En Perú, el Ministerio de Energ
ía y Minas (MINEM) ha señalado que las empresas que adopten tecnologías de eficiencia energética podrán acceder a incentivos fiscales, facilitando la transición hacia una minería más sustentable. Programas como el “Programa de Eficiencia Energética para Minería” buscan apoyar a las compañías en la implementación de estas innovaciones.
Finalmente, especialistas destacan que el futuro de la gestión energética en el sector minero dependerá de la cooperación entre empresas, gobiernos y centros de investigación. Con estos esfuerzos conjuntos, la industria minera reafirma su compromiso con la sostenibilidad y su capacidad de adaptarse a las exigencias globales de reducción de emisiones y menor impacto ambiental.
