En la planta Las Tórtolas, de la operación Los Bronces de Anglo American, se firmó un acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Chile para promover el uso de residuos mineros en la construcción de infraestructura vial en todo el país.
A través de este acuerdo, las dos organizaciones se comprometieron a colaborar para evaluar el uso de pasivos mineros en la construcción de infraestructura. Se hará un seguimiento a dos proyectos piloto de Anglo American, siendo el primero la pavimentación de 1.630 m2 en el acceso norte de la Fundición Chagres (Catemu), donde más del 95% de los materiales utilizados fueron escorias de la misma fundición.
El segundo proyecto se llevó a cabo en la planta Las Tórtolas (Colina), donde se construyó un camino de 500 metros de largo y 9 metros de ancho. Este incluyó una capa de materiales o mezclas de escorias con relaves estabilizados químicamente, junto con una carpeta asfáltica de rodadura.
Las escorias, o silicato de hierro, son subproductos de la fundición de concentrados de cobre. En países como Estados Unidos, Alemania, China y Japón, su uso en la construcción ha sido común durante décadas.
“Este convenio es una iniciativa que se enmarca en los desafíos del MOP por desarrollar infraestructura sostenible. Sabemos que cada año se depositan cerca de 537 millones de toneladas de relaves y esto nos obliga a pensar en cómo proyectar el futuro de Chile protegiendo el medio ambiente. La Dirección General de Obras Públicas estará supervisando estos proyectos piloto, que nos podrían permitir reutilizar pasivos mineros, promoviendo la economía circular y como parte de una política pública nacional”, destacó el subsecretario de Obras Públicas, Danilo Núñez.
Rodrigo Subiabre, líder regional de Innovación y Descarbonización de Anglo American, afirmó que “este hito es un avance gigantesco en cuanto a sustentabilidad, pues busca demostrar que las escorias y los relaves, que históricamente en Chile han sido clasificados como residuos mineros, pueden ser reutilizados y así contribuir a reducir la huella ambiental y fomentar la economía circular”.
Suina Chahuán, subsecretaria de Minería del país vecino, recalcó que “este convenio nos permite avanzar hacia una gestión más responsable y sostenible de los residuos mineros masivos. Además, es también una muestra efectiva de la colaboración público-privada para poder generar soluciones innovadoras que aborden los desafíos actuales de la minería”.
Las escorias, o silicato de hierro, son subproductos de la fundición de concentrados de cobre. No generan impacto al entrar en contacto con el agua, el aire, la tierra o la piel. Además, tienen una dureza superior a los áridos naturales, lo que les otorga mayor resistencia al mezclarse con cemento, hormigón u otros materiales.
En países como Estados Unidos, Alemania, China y Japón, el uso de escorias en la construcción ha sido una práctica común durante décadas. Por otro lado, los relaves, según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), son sólidos finamente molidos desechados en operaciones mineras, que deben ser gestionados de manera segura y responsable desde el punto de vista ambiental.