Goldman Sachs ha anunciado que ya no espera que el oro alcance los $3,000 por onza para finales de este año, posponiendo su pronóstico hasta mediados de 2026 debido a las expectativas de que la Reserva Federal reducirá menos las tasas de interés de lo que se anticipaba.
Con una menor flexibilización monetaria prevista para 2025, la demanda de fondos cotizados en bolsa (ETFs) respaldados por lingotes se verá reducida. Según los analistas Lina Thomas y Daan Struyven, esto ha llevado a revisar la proyección de precios, estimando que el oro alcanzará los $2,910 por onza para finales de 2025. También señalaron que los flujos de ETFs fueron más débiles de lo esperado en diciembre, impulsados por una menor incertidumbre tras las elecciones en EE. UU., lo que estableció un punto de partida más bajo para los precios en 2025.
“Fuerzas opuestas: menor demanda especulativa y una mayor compra estructural por parte de los bancos centrales, se han compensado efectivamente, manteniendo los precios del oro dentro de un rango durante los últimos meses”, explicaron los analistas. Agregaron que el interés de los bancos centrales será crucial para los precios del oro a largo plazo. “De cara al futuro, pronosticamos que las compras mensuales se promediarán en 38 toneladas hasta mediados de 2026.”
El oro experimentó un aumento del 27% el año pasado, impulsado por la flexibilización monetaria en EE. UU., la demanda de refugio seguro y las compras continuas de bancos centrales a nivel mundial. Sin embargo, el repunte se frenó a principios de noviembre, cuando la victoria de Donald Trump en las elecciones de EE. UU. fortaleció al dólar. Recientemente, el oro ha estado bajo presión debido a las declaraciones de funcionarios de la Reserva Federal, quienes han señalado la necesidad de un enfoque más cauteloso para reducir los costos de los préstamos este año, debido a las crecientes preocupaciones sobre la inflación.
En cuanto a las expectativas para este año, los economistas de Goldman prevén recortes de las tasas de interés de 75 puntos base, frente a una previsión previa de 100 puntos base. Este pronóstico es más dovish que los precios actuales del mercado, ya que el banco anticipa una tendencia a la baja en la inflación subyacente. Además, expresaron dudas sobre si los posibles cambios de política bajo una segunda administración de Trump llevarían a tasas de interés más altas.
