El historial de apagones en América Latina refleja que Colombia ha aprendido de la crisis energética de 1992, aprovechando su ventaja en fuentes de generación de energía. Sin embargo, el país no debe relajarse, ya que su balance entre oferta y demanda energética sigue siendo ajustado.
En los últimos dos años, naciones como Venezuela, Argentina, Ecuador, Brasil y México han enfrentado cortes de energía. Las razones detrás de esta problemática incluyen sequías agravadas por la crisis climática, falta de inversión y mantenimiento en redes y plantas de generación, una migración acelerada hacia fuentes más limpias y el aumento constante de la demanda.
Expertos han señalado que la región atraviesa una “crisis energética” que ha llevado a Colombia a revisar su situación actual, a pesar de que no ha experimentado apagones masivos en más de tres décadas. El último racionamiento energético en el país ocurrió entre 1992 y 1993, debido a factores similares a los observados en la región. Entre ellos, destacan problemas financieros en empresas eléctricas, retrasos en proyectos hidroeléctricos, sobreestimación de la infraestructura y una contingencia climática extrema: el fenómeno de El Niño, que afectó gravemente los embalses.
Ante esta situación, el país tuvo que implementar medidas de emergencia, como racionar energía en las noches (entre las 5 p.m. y las 9 p.m.), desarrollar un plan de mejora del parque térmico y realizar cambios en la hora oficial. Este último, conocido coloquialmente como la “Hora Gaviria”, se refiere a la decisión del gobierno de César Gaviria (1990-1994) de adelantar una hora los relojes para aprovechar mejor la luz del día.
Según se relata, Juan Manuel Santos, entonces ministro de Comercio Exterior, sugirió este cambio al presidente Gaviria y al Congreso. Finalmente, el superintendente de Industria y Comercio, Jorge Orlando Montealegre, emitió la resolución correspondiente. El 2 de mayo de 1992, Santos ajustó personalmente los dos relojes oficiales ubicados en la sede del Instituto Colombiano de Normas Técnicas (Icontec), adelantando el país, literalmente, de las 12 p.m. a la 1 p.m.
Esta medida buscaba iniciar actividades comerciales más temprano y reducir el consumo energético. En ese mismo período, Venezuela y Ecuador también enfrentaron racionamientos, y en las últimas tres décadas han acumulado 12 y nueve apagones, respectivamente.
Claves del éxito colombiano
Milton Montoya, director del Departamento de Derecho Minero-Energético de la Universidad Externado, afirma que el país ha logrado que su capacidad de generación crezca en paralelo con la demanda, gracias a políticas públicas y señales regulatorias.
“Desde la Constitución de 1991, y las leyes 142 y 143 de 1994, se definió un modelo en el cual hay una separación de actividades como la generación, la distribución, la transmisión y la comercialización (…). Colombia ha sido capaz de diversificar su matriz energética, de forma en que es una matriz de generación muy limpia, aunque no lo suficiente aún”, explica Montoya.
Aunque el sistema sigue dependiendo mayormente de los embalses, existen alternativas para suplir la demanda cuando los niveles bajan. Según Montoya, se produce electricidad con un 69% basado en recursos hídricos y casi 30% con generación térmica a partir de gas natural y carbón.
No obstante, las energías no convencionales, como la solar y la eólica, aún tienen una participación limitada en la matriz energética. “Todavía la participación de las energías alternativas o no convencionales, como la fotovoltaica o la eólica, es marginal, aunque la primera ha tenido un crecimiento muy importante este año y se espera que lo siga haciendo los próximos años”, concluye Montoya.
