El Puerto de Chancay, ubicado en la costa central del Perú, está en proceso de inaugurar su primera fase de construcción, que ha requerido una inversión inicial de US$ 1,300 millones. Esta primera etapa, que será inaugurada el 14 de noviembre en el marco de la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es solo el comienzo de un ambicioso proyecto portuario. Según Mario De Las Casas, Gerente de Asuntos Institucionales de Cosco Shipping Ports Chancay Perú, la inversión total en el plan maestro del puerto podría superar los US$ 3,500 millones, lo que colocaría al puerto de Chancay en una posición destacada como uno de los principales centros logísticos en la región, con la capacidad de convertirse en un «hub portuario» de clase mundial.
Para que este ambicioso plan se haga realidad, existen varios factores clave que determinarán su éxito. En primer lugar, la inversión futura depende del cumplimiento de los objetivos establecidos para la primera fase del puerto, que incluye la movilización de un millón de contenedores y seis millones de toneladas de carga diversa. Una vez alcanzados estos volúmenes, se dará paso a la construcción de los siguientes terminales, con un total proyectado de 15 terminales, de los cuales 11 estarán dedicados a contenedores y 4 a carga granel o sobredimensionada.
Un aspecto crucial para el crecimiento de Chancay es el desarrollo de la infraestructura ferroviaria que conecta el puerto con el resto del país. El Gobierno peruano, a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), está promoviendo varios proyectos ferroviarios, entre ellos el Corredor Ferroviario Tacna – Tumbes y el Ferrocarril Lima-Ica, que son fundamentales para mejorar la conectividad logística y reducir los elevados costos del transporte. El ejecutivo de Cosco Shipping ha señalado que, a pesar de que estos proyectos ferroviarios están aún en desarrollo, su implementación es esencial para alcanzar los objetivos de expansión del puerto, ya que permitirán una mayor movilización de carga desde las regiones productivas del país, especialmente en los sectores agrícola, ganadero y maderero, que podrán enviar sus productos directamente a Chancay para su exportación hacia Asia.
Otro factor decisivo para el éxito de la inversión en el Puerto de Chancay es la aprobación de la llamada «ley marco» para las Zonas Económicas Especiales (ZEE), actualmente en proceso en el Congreso de la República. De ser aprobada, esta ley permitiría que empresas privadas gestionen espacios dentro de la zona portuaria con un régimen tributario especial, lo que incentivaría la inversión y el desarrollo de nuevas empresas en la región, contribuyendo al crecimiento económico local y nacional.
A pesar de que la operación comercial formal del puerto de Chancay comenzará en enero, ya están realizando pruebas operativas con buques de carga que llegarán en noviembre como parte de la fase de «comisionamiento». Durante este período, se realizarán pruebas para confirmar la capacidad de movimiento del puerto, cuyo diseño le permitirá recibir los buques de carga más grandes del mundo, con capacidades de hasta 24,000 contenedores. Una vez completada la fase de pruebas, se iniciará la operación regular, con viajes semanales entre Chancay y Shanghai, conectando el puerto peruano con uno de los centros logísticos más importantes del mundo.
En resumen, el éxito del Puerto de Chancay no solo depende de la construcción de sus infraestructuras portuarias, sino también de la ejecución de proyectos complementarios de infraestructura, como los ferrocarriles, y de las reformas legales que permitan una mayor competitividad y atractivo para los inversores. Si estos factores se alinean, Chancay podría convertirse en un punto neurálgico del comercio internacional, generando una gran capacidad de intercambio de bienes entre Perú y el resto del mundo.