La transformación digital de las redes eléctricas es una realidad en Perú. Gracias a la iniciativa de empresas como Hitachi Energy, nuestro país está dando pasos agigantados hacia un futuro energético más sostenible y confiable.
La adopción de redes inteligentes o Smart Grids es crucial para la transición energética, permitiendo una gestión más eficiente y predictiva. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la falta de digitalización en las redes podría representar pérdidas globales de hasta 1,3 billones de dólares por cortes de energía en 2030. Para evitar estas interrupciones, la compañía ha implementado soluciones innovadoras como el relé REF650, un dispositivo modular de alta eficiencia diseñado para mejorar la protección y el control de las redes de distribución.
Las redes eléctricas inteligentes, o Smart Grids, son fundamentales para garantizar un suministro eléctrico seguro y eficiente. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), los cortes de energía pueden generar pérdidas económicas millonarias a nivel global. Con los relés inteligentes, es posible predecir y resolver problemas antes de que ocurran, evitando así interrupciones en el servicio.
“Las demandas actuales no solo buscan un suministro constante, sino tecnologías robustas, interoperables y eficientes. Creemos que la automatización y los dispositivos inteligentes son clave para reducir interrupciones, asegurar la fiabilidad y optimizar costos operativos”, afirmó César Pallete, gerente general de Hitachi Energy en Perú.
La iniciativa de Hitachi Energy se encuentra en línea con los objetivos de la «Hoja de Ruta de Redes Eléctricas Inteligentes en la Distribución», que busca transformar y modernizar las redes eléctricas peruanas para el beneficio de la sociedad. Al adoptar tecnologías como el relé REF650, el país avanza hacia un futuro energético más sostenible y confiable.
Con sede en Suiza y operaciones en más de 140 países, Hitachi Energy es un líder global en tecnologías energéticas sostenibles y transformación digital, impulsando la transición hacia un futuro neutro en carbono y promoviendo un equilibrio entre el valor social, ambiental y económico en el sector energético.