Según un reciente informe de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), se espera que la demanda mundial de petróleo alcance un promedio de 103,1 millones de barriles por día este año, superando en 200.000 barriles la estimación anterior. Este desbalance entre oferta y demanda incrementará la caída de los inventarios de petróleo, lo que podría elevar el precio del crudo Brent por encima de los 80 dólares por barril este mes. Actualmente, los precios del Brent rondan los 73 dólares, tras haber caído por debajo de 70 dólares por primera vez desde 2021.
El aumento del precio del petróleo tendrá un impacto directo en los precios de los combustibles, lo que a su vez puede encarecer los costos de transporte y producción. A pesar de la preocupación por la demanda de petróleo, especialmente en China, los recortes de producción de la OPEP+ están reduciendo la oferta global, lo que está contribuyendo a una escasez en el mercado mundial, señaló la EIA.
La evolución de los precios del petróleo dependerá de diversos factores, como la evolución de la pandemia, las políticas de los principales productores y consumidores de petróleo, y las inversiones en energías renovables.
Si bien se espera que la demanda de petróleo continúe creciendo en los próximos años, la transición energética y el desarrollo de tecnologías más limpias podrían moderar este crecimiento a largo plazo.
En conclusión, el mercado petrolero se encuentra en un momento de gran dinamismo. La combinación de una mayor demanda y una menor oferta está impulsando al alza los precios del crudo, lo que tendrá un impacto significativo en la economía global. Los gobiernos y las empresas deberán adaptarse a esta nueva realidad y tomar medidas para mitigar los efectos del aumento de los precios del petróleo.
