La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) ha tomado la decisión de suspender temporalmente el aumento previsto en la producción de crudo. Esta medida se produce en respuesta a la reciente caída de los precios del petróleo, impulsada por la debilidad de la demanda global y el exceso de oferta en el mercado.
El cambio se produjo luego de que datos económicos negativos de China y Estados Unidos—los mayores consumidores de petróleo—provocaran una caída del precio del crudo a menos de US$ 73 por barril, el nivel más bajo desde finales de 2023. Si bien esta baja alivia a los consumidores tras años de inflación, deja los precios demasiado bajos para que países como Arabia Saudita puedan sostener su gasto público.
La decisión de la OPEP+ busca evitar un mayor descenso de los precios del petróleo, que podrían perjudicar las finanzas de los países productores. Si bien la interrupción de la producción en Libia había ofrecido una justificación para seguir adelante con el aumento, la creciente incertidumbre sobre la demanda global ha llevado al grupo a optar por la cautela.
El aplazamiento del aumento de producción busca evitar un excedente de petróleo en el cuarto trimestre, qué observadores del mercado, como la Agencia Internacional de Energía, ya habían anticipado. Según Bob McNally, presidente de Rapidan Energy Group, la OPEP+ se enfrentaba a una disyuntiva: retrasar la decisión o sufrir una caída desordenada de los precios del crudo, optando por la primera opción.
Sin embargo, analistas advierten que la recuperación económica global y la evolución de la situación geopolítica seguirán siendo factores clave que determinarán las tendencias del mercado en los próximos meses.
